Como un niño, que aprende a clamar antes de amar, y a llorar antes que a orar, así soy yo.

jueves, 19 de febrero de 2009

BEATO ALVARO DE CORDOBA

Hoy es mi santo, o, mejor diría, mi beato. Veamos algunas cosas de su efemérides.

No hay que confundirlo con el conocidísimo Álvaro de Córdoba (Paulo) que vivió en el gran siglo IX de los mártires cordobeses y que fue íntimo amigo del mártir san Eulogio, desempeñando un gran papel de apologeta en la España mozárabe de los Omeyas, carteándose con su maestro Espeaindeo, dejando escritos -aunque en bajo latín- que defendían los misterios de la fe cristiana con un apasionamiento y una fortaleza inusual aún cuando ponía en peligro su vida. Éste fue un hombre casado y con hijos.

Álvaro de Córdoba, el beato, nació a mediados del siglo XIV, en Zamora (1360?) y murió en Córdoba el año 1430.

Entró para sus estudios al convento dominico de S. Pablo en Córdoba, en el año 1368. Fina inteligencia, divertido, devorador de libros. Alcanza el doctorado en la Universidad de Salamanca. A sus viente años, comienza una dura prueba para la Iglesia. Malos años aquellos para la Iglesia y en general para toda la humanidad: La Peste Negra diezmó las ciudades y dejó vacíos los conventos. Los que quedaban o los que entraban de nuevo, muchos de ellos no tenían muchas ansias de austeridades y la relajación era bastante común. Por otra parte una terrible brecha, la más triste que había sufrido la Iglesia, le afligía aquellos días: El destierro de Aviñón, primero, y el tristemente célebre Cisma de Occidente, después. Todo esto lo veía y vivía el joven y después ya maduro Álvaro.

A principios de siglo salió por todos los reinos de España y fue un famoso y ardiente predicador, y con su ejemplo y sus obras, contribuyó a la reforma de la Orden, iniciada por el Beato Raimundo de Capua y sus discípulos.

Después de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedó impactado en el corazón por el doloroso Camino del Calvario, recorrido por nuestro Salvador.

Deseoso de vivir una existencia en soledad y perfección, donde poder templar el espíritu para un apostolado más provechoso, con el favor del rey D. Juan II de Castilla, del que era su confesor, pudo fundar a tres millas de Córdoba el famoso y observante convento de Sto. Domingo Escalaceli (Escalera del Cielo), donde había varios oratorios que reproducían la “vía dolorosa”, por él venerada en Jerusalén. Esta sagrada representación fue imitada en otros conventos, dando origen a la devoción tan bella del “Vía Crucis”, apreciadísima en la piedad cristiana.
De noche, se retiraba a una gruta distante del convento donde, a imitación de su Sto. Padre Domingo, oraba y se flagelaba. Con el tiempo, ésta se convirtió en meta de peregrinaciones para los fieles. Poseía el don de profecía y obró milagros.


Como símbolo de su santidad y devoción a Dios, le ocurre su más famoso milagro: "Venía Álvaro de su labor evangelizadora en la ciudad, cuando encontró en el suelo a un mendigo moribundo y hambriento al que invitó que le acompañara al convento. Éste al no poder ni levantarse, hizo que el fraile lo tapase con su capa y se lo echase a los hombros. Llegando a la portería del santuario descubre que lo que llevaba a sus hombros es el mismo Cristo Crucificado, el mismo que según la tradición se venera aún hoy, en la iglesia del convento."

Murió el 19 de febrero de 1430 y fue sepultado en su convento. El Papa Benedicto XIV, aprobó su culto el 22 de septiembre de 1741.


Existe en Córdoba una parroquia dedicada a este beato, y además llevan una página web que es modelo para otras parroquias españolas: de ahí me he informado que este viernes 20 de febrero, a las 19:30 de la tarde, en el Seminario Mayor de San Pelagio de Córdoba, se celebrará el rito de admisión al Orden Sacerdotal para el Hno. Antonio Escribano. Recemos una oración por él. http://www.parroquiabeatoalvaro.org/

(representación del milagro)










Otro Alvaro, camino de los altares, es el que fuera Rvdsmo. Obispo Prelado Mons. Alvaro Del Portillo, Prelado del Opus Dei, mi tio, cuya hoja para la devoción privada, acompaño, para que pidamos muchas cosas normales de la vida, trabajo, familia, amigos, salud, etc.:



"...porque su existencia estuvo presidida por ese carisma de normalidad característico de las personas humildes, que alcanzan las cumbres de la perfección sin hacer nada raro ni llamativo. Una noche de 1985, anoté en Solavieya (Asturias): "un día más, muy normal en todo, con ese tono sereno -lleno de oración y de trabajo- que se vive siempre junto a don Álvaro". Y es que encarnaba tan ejemplarmente la espiritualidad laical del Opus Dei que, a su lado, parecía cobrar vida un texto de San Josemaría Escrivá de Balaguer sobre la Virgen, en “Es Cristo que pasa”, 148: "María santifica lo más menudo, lo que muchos consideran erróneamente como intrascendente y sin valor: el trabajo de cada día, los detalles de atención hacia las personas queridas, las conversaciones y las visitas con motivo de parentesco o de amistad. ¡Bendita normalidad, que puede estar llena de tanto amor de Dios!" (Salvador Bernal)

Yo siempre recordaré que me pusieron mi nombre gracias a él, que me bautizó, y que siempre tenía tiempo para estar con nosotros. Y siempre me escribía por mi santo, nuestro santo. Y en la Universidad, cuando me quejé de un catedrático que me aprobó pero con las justas, que me dijo para emularme que el profesor es bueno si los alumnos aprenden.



Acababa de volver de un viaje a Tierra Santa. Mons. Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría al frente del Opus Dei, fallecía en Roma el 23 de marzo de 1994. Como recuerdo de su marcha al cielo incluimos 2 clips de vídeo con imágenes de su última Misa (donde celebró Jesucristo la primera, justo el día anterior de su muerte) y de la visita que hizo Juan Pablo II a su velatorio, donde me llegué yo al día siguiente. (de la página web http://www.opusdei.es/)





8 comentarios:

Anónimo dijo...

FeLiCiDaDeS aLVaRo!
:D

victoria luque dijo...

Muy interesante la vida de este santo. No lo conocía.
Un abrazo.

Alvaro dijo...

Gracias Luis. Te debo una invitación y tu a mi un regalito.

Alvaro dijo...

Victoria, muy interesante tu artículo lleno de interrogantes sobre el aborto y las fotazas. Es un santo español, como tantos, pero anterior al siglo de oro.

Guerrera de la LUZ dijo...

Alvaro, muchísimas felicidades cielo!, me he acordado de encomendarte hoy especialmente.

Ya sabes que yo soy fan de tu tio, él era el padre cuando yo conocí la Obra y le tengo muchísimo cariño, igual por eso te ha puesto en mi vida ;)

Me ha encantado ver rezar al Papa ante sus restos mortales, cómo rezaba JPII, qué pasada...

Un beso grande¡

Alvaro dijo...

Gurerrera, gracias por tus oraciones. Mi tio tenía mucha fuerza interior, era una roca. Saxum. Así que esa oración saxum es la más bonita para los hermanos en la fe.

Outsider friar dijo...

Felicidades, aunque sea con retraso. He leído en algún sitio que "Álvaro" significa "prudente y sabio", ergo el nombre sabe a turrón que decía el anuncio, jeje.

Alvaro dijo...

Muchas gracias outsider, siempre se agradecen las muestras de aprecio y el turrón. Echo una oración por ti y adelante!.

 
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